El último viernes hábil de octubre es el día que por ley instaura esta conmemoración como una manera de reconocer y resaltar la labor de las manipuladoras y manipuladores de alimentos y su rol en la alimentación colectiva con énfasis en el espacio escolar.

Un afectuoso saludo a nuestras «tías» y eternos agradecimientos a su diaria labor, porque cada comida la hacen con amor.